¿Qué es T. E. A.?

El Trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo con una prevalencia estimada del 1%. Las características claves de esta condición incluyen déficits en la comunicación social e interacción social en múltiples contextos y la presencia de patrones de intereses, actividades o comportamientos restringidos o repetitivos, además de anomalías sensoriales, empezando de manera temprana en el desarrollo. La evaluación y el manejo del TEA es complejo, debido a su etiología multifactorial, la persistencia en la adultez, la presencia de comorbilidades físicas y mentales y la discapacidad relacionada.

El cambio de “autismo” por TEA respondió a la falta de conocimiento de perfiles neurobiológicos entre los diferentes subtipos. Los criterios del DSM-5 son más amplios que los del DSM-IV para el TEA, así, términos previamente separados como interacción social y comunicación, han sido unificados en un dominio (comunicación social). Además, se incluyeron en el DSM-5 especificadores de gravedad para indicar el impacto de los síntomas en el funcionamiento adaptativo. Otras modificaciones son: la opción de diagnosticar trastornos psiquiátricos comórbidos, no especifica edad de inicio y la adición de especificadores clínicos (presencia o ausencia de déficit intelectual, deterioro del lenguaje, con condición médica o genética o factor ambiental conocidos, asociado a otro trastorno del neurodesarrollo, mental o del comportamiento y con catatonía).

El diagnóstico es un proceso en multietapas que requiere evaluación multidisciplinaria de los síntomas actuales, obtener la historia del desarrollo proveniente de un cuidador primario y la exclusión de otros diagnósticos. En adultos el diagnóstico puede ser un reto, ya que pueden desarrollar mecanismos adaptativos para manejar situaciones sociales. Otra complicación es que las características clave pueden expresarse de diferente manera entre hombres y mujeres, lo cual atrasaría el diagnóstico en las mujeres, como ejemplo sus intereses restringidos pueden involucrar personas (como literatura o bandas de pop), planteando así por algunos autores un “fenotipo femenino”.

Prevalencia de alteraciones en la salud mental coexistentes con TEA: 69-79% de los individuos con TEA experimentan al menos otra condición psiquiátrica a lo largo de su vida. En niños lo más común es: irritabilidad, conductas autolesivas y conductas disruptivas, además de comorbilidad con trastornos de ansiedad en 42-55%, TDAH 28-53% y 7-37% TND o TC. Los padres reportan alteraciones en el sueño del niño como preocupación en 50-80% de los casos.
En adultos se reportan trastornos del estado de ánimo entre 26-57% en algún momento de la vida, TDAH en el 11-43% de los casos y trastorno de tics 20-22%.

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